El reno, o caribú, como también se les conoce, es un tipo de ciervo grande que pertenece al género Rangifer. Famosos por sus migraciones anuales, los estadounidenses los conocen predominantemente como las criaturas detrás del regalo milagroso de Papá Noel las 24 horas del día. Pero cuando no mantienen su trineo en el aire, navegan por climas fríos y duros en el extremo norte que ve meses de oscuridad que cubren la tundra congelada durante el invierno. Curiosamente, es este mismo fenómeno el que influye en el color de los ojos de los renos, que pueden ser azules o dorados, según la temporada.
Del dorado al azul y viceversa
Después de estudiar la capa reflectante detrás de las retinas de los renos, los científicos descubrieron que en los meses de invierno el tapetum lucidum de sus ojos recibe más presión que durante el verano. Eso se debe a que en los meses de invierno la pupila del animal permanece permanentemente dilatada y la presión constante exprime el líquido entre las fibras de colágeno del tapetum lucidum. Esto, a su vez, hace que las fibras que reflejan la luz se amontonen, dando a sus ojos una apariencia azul por detrás cuando se examinan con instrumentos.
Y hay una razón para ello. La dilatación de la pupila deja entrar más luz, lo que nos permite ver mejor en condiciones de poca luz. En cierto sentido, el proceso ayuda a los renos a ver mejor en la oscuridad casi continua de los brutales inviernos del norte. Sin embargo, Caroline Zeiss , profesora de la Escuela de Medicina de Yale con un nombramiento conjunto en el Departamento de Oftalmología y Ciencias Visuales, señala que el cambio no se trata de la agudeza de la visión en invierno, sino que el mecanismo ayuda a los renos a detectar movimiento, lo que es útil para los animales de presa.
Cuando llega el verano, el proceso se invierte y sus ojos vuelven a una longitud de onda de amarillo a verde debido al aumento de la luz que se refleja a través de sus retinas. Esto permite que los animales se adapten mejor a la luz del día casi ininterrumpida. Algunos investigadores creen que la coloración azul de los ojos en invierno intensifica la luz ultravioleta, mientras que el color dorado del verano amortigua el flujo constante de la misma.
Datos curiosos de los renos
La ocurrencia es completamente exclusiva del caribú, ya que hasta el momento no se conoce ningún otro mamífero que experimente este tipo de cambio ocular natural. Otro hecho divertido de los renos es que los ayudantes cubiertos de piel de Papá Noel también son la única especie conocida de ciervos en el planeta donde tanto los machos como las hembras pueden desarrollar cuernos. Ahora que está armado con excelentes curiosidades de pub para compartir, ¡disfrute de la temporada navideña!