Esta es la historia de una pareja que decidir que los padrinos deberían de ser Niko y Phil, unos hermosos malamutes de Alaska que los habían acompañado desde tiempo atrás durante su romance. Son amados por sus dueños y pensaron que no habría otra opción mejor que elegir como testigos a sus fieles acompañantes. Elegir a los padrinos de una boda no es nada sencillo; se debe pensar en las personas que han sido testigos del gran amor de la pareja y que velarán porque todo vaya bien dentro del nuevo matrimonio. Un compromiso muy difícil de aceptar para cualquiera.Ambos aceptaron gustosos
Phil estaba nervioso antes de la recepción
Todo iba de acuerdo al plan
Fueron testigos de honor
Estaban muy felices de que los hayan tomado en cuenta
Le brindaron mucho amor a la novia
No se separaron de los novios ni un solo momento
Sus dueños los quieren tanto que los incluyeron en el pastel
Réplicas exactas de los hermosos malamutes de Alaska