Hay animales que llegan a nuestra vida sin planearlo, la mayoría llegan para quedarse. Nunca con la intención de hacerles daño terminan convirtiéndose en parte de nuestra familia, incluso si se trata de un loro. Es así como una familia brasilera pasó un desconsolador momento cuando les incautaron a Lourinha, una lora amazona aestiva, el ave ha estado en su familia por 24 años.
Erly Gonzaga dos Santos Juliano tuvo que enfrentar una batalla legal para recuperar a su amado su loro. El ave llegó a la familia en 1996. Sin embargo, una inspección de la Policía Ambiental Militar constató que el animal no estaba registrado y se encontraba en situación de cautiverio. La mujer fue multada y el loro fue incautado.
Ante la situación, la tristeza de Erly fue tan grande que ella y su familia decidieron que tenían que hacer algo para intentar revertir lo sucedido. Buscaron un abogado y acudieron a los tribunales. Por fortuna para la familia, en un primer análisis, el Poder Judicial otorgó una orden judicial determinando que Lourinha debía regresar a la casa de la familia.
Una mala práctica del pasado
Aunque no es el caso de ellos, la Policía Ambiental señaló que, en el pasado, existía una cultura de tener loros y otros animales salvajes en casa, pero que ahora esto es un delito. «El daño colectivo es grande cuando estos animales se retiran de la naturaleza. El impacto es grande», dijo. El capitán Júlio César Cacciari, de la Policía Ambiental.
El capitán también dijo que este tipo de acciones no es común, pero que sucede. Explicó además que el proceso por delito ambiental, aún con la sentencia favorable a la familia, continúa. También se aplicó la multa, en el monto a los 100 dólares.
En la casa de Erly, antes del regreso de Lourinha, la expectativa era grande. «Aquí la tratan como un miembro de la familia, como una hija. Vive libremente, pero no vuela. Sin piso sin mi Lourinha», dijo Erly.
«Cuando llegamos allí, había varios loros. Comenzamos a llamarla como lo hacemos en casa. En el momento en que lo escuchó, reconoció nuestra voz y respondió. Fue realmente emocionante. Llegamos a casa y le di de comer. Ella adelgazó, pero estará muy bien cuidada, como siempre”, afirma la humana de esta ave».
El proceso sigue en curso en el Poder Judicial y solo con una decisión final para determinar si se queda con ellos para siempre.
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