Un perro en el asiento del conductor sería el culpable de estrellar el jeep de su dueño contra un edificio en Wisconsin. El conductor dijo a la policía que había estacionado su coche en una estación de servicio y al poco tiempo de regresar lo vio empotrado contra el edificio que está otro lado de la calle.
Resulta que la acusada sería Callie, una pastora australiana de cinco años que, según la policía de Sturgeon Bay, estaba esperando en una gasolinera a su dueño, que estaba dentro de una panadería local. En algún momento el animal había golpeado la palanca de cambios.
El auto chocó justo contra una galería de arte, por fortuna nadie resultó herido. «¡No todos los días un perro conduce un Jeep a través del tráfico y llega directamente a su negocio!» dijo la administradora de la galería en una publicación de Facebook.
«Callie y yo estamos muy felices de que nadie haya resultado herido y hubo muy pocos daños como resultado del incidente del otro día», dijo el hombre.
La policía dijo que nadie resultó herido en el accidente. El dueño de Callie dijo que los privilegios de conducir del canino han sido revocados permanentemente.
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