La felicidad es un sentimiento que no es igual para todos. Cada uno encuentra la suya, en diferentes cosas, personas o situaciones. Mucha gente tiene envidia de la felicidad de los demás pero cada uno es que sabe lo que ha pasado en la vida, sus batallas. Antes de una victoria, muchas pérdidas tuvimos que aprender a aceptar.
Los motivos que nos llevan a ser felices, pueden parecer pequeños a los ojos de los demás. Pero quien es feliz con poco, aprecia las cosas bellas de la vida!
Leo se encontró perdido y lastimado. La pena y el abandono estaban presentes en su corazón y su cuerpo estaba débil.
Pero la pena parecía estar a punto de ser cambiada por la felicidad.
Durante sus vacaciones, una modelo de Canadá, Meagan Penman, decidió ir hasta Tailandia. En la esperanza de poder descansar ella nunca imaginó que esto iba a suceder …
Mientras estaba en la playa, Meagan se encuentra con un perrito arrastrando su cuerpo por la arena. ¿Quién sería capaz de ignorarlo? Ella sabía lo que debía hacer: ¡Llegarlo al veterinario! Allí se harían exámenes, entre ellos un Rayo-X en el que se llegó a descubrir que su columna estaba quebrada.
La situación de Leo, el perro, era tan seria que ningún abrigo quiso ayudarle. ¡Su destino parecía horrible! Su vida podía acabar allí mismo, si Meagan no hubiera decidido llevarlo consigo a Canadá!
El viaje no fue nada fácil! Las donaciones en línea que llegaron a los dos mil reales, fueron determinantes para que la modelo pudiera cubrir el gasto de las necesidades especiales de su viaje.
¡Felizmente todo salió bien! Sólo dos meses después de su rescate, Leo estaba listo para encontrar un Hogar definitivo.
A pesar de que Meagan fue el ángel que lo salvó, no pudo quedarse con él. Después de todo, su trabajo requiere muchos viajes y tiempo fuera de casa, lo que le impidió quedarse con él. Sin embargo, a través de la página de facebook que la modelo creó, ella consiguió encontrar una dueña para Leo. Jamie prometió cuidar muy bien de él.
Hasta ahora todos los gastos de asistencia veterinaria se han pagado a través de la cuenta de donaciones en línea y un centro de rehabilitación de animales. A los carritos K9, ayudó a este animal a obtener su propia silla de ruedas para que él pudiera caminar de nuevo.
Este pobrecito fue sometido a diversas operaciones, pues tiene problemas en su tracto urinario. Leo parece estar feliz y ni un poco importado por tener que usar pañales por ahora!
La lección más bonita de esta historia es que aunque no podamos quedarnos con el animal, como fue el caso de Meagan, siempre podemos buscar la forma de ayudar lo más posible. ¿Quién sabe que vuelva a caminar sin ayuda, en un futuro próximo !?
¡Estas pequeñas victorias son la felicidad de Leo! ¡Comparta con sus amigos amantes de los cachorros y déles un poco de felicidad hoy mismo!