La polémica se desató durante las fiestas patronales de Denia (España) conocidas como Bous a la mar, cuando uno de los toros participantes cayó al mar y murió ahogado. A pesar de los intentos de rescatistas y voluntarios por socorrer al animal, no lograron salvarlo. Debido a este incidente, el ayuntamiento de Denia decidió suspender la continuación de la celebración cultural en su tercer día.
Los servicios de emergencia trabajaron arduamente para sacar al toro del agua y brindarle los primeros auxilios, pero lamentablemente ya era demasiado tarde. La trágica muerte del animal ha generado una ola de críticas en las redes sociales, donde muchos usuarios han calificado el evento como una forma de maltrato animal y han expresado su indignación.
Esta controversia ha puesto en conflicto a los defensores de las tradiciones culturales y a los grupos animalistas, quienes han exigido la prohibición de actividades que consideran violentas y contrarias a los derechos de los animales. Mientras tanto, el ayuntamiento de Denia defiende la actividad como una parte importante de su patrimonio cultural, lo que ha intensificado el debate sobre el trato ético hacia los animales en este tipo de celebraciones.
La discusión ha llegado incluso al ámbito legislativo, donde se ha presentado un proyecto para prohibir las corridas de toros en el país. Esta iniciativa cuenta con el respaldo de la senadora y activista por los derechos de los animales, Esmeralda Hernández, y busca restringir no solo las corridas de toros, sino también otras prácticas taurinas. El proyecto propone promover acciones educativas y culturales para transformar estas prácticas y ofrece un plazo para que aquellos involucrados en la industria taurina encuentren nuevas fuentes de ingresos.
El trágico incidente en las fiestas de Denia ha avivado el debate sobre el maltrato animal en eventos culturales y ha puesto sobre la mesa la necesidad de repensar las tradiciones que puedan infringir el bienestar de los animales. La discusión continúa mientras diferentes sectores intentan conciliar los valores culturales y la ética en relación con los derechos de los animales.